miércoles, 8 de diciembre de 2010

Lazarillo de Tormes

Si bien las palabras y el vocabulario del Lazarillo de Tormes son muy difíciles, he disfrutado de los temas de la provoca la lectura. Lázaro me parece que aprueba el curso de convertirse en un hombre hecho a sí mismo, pero no predica (en consonancia con los sentimientos anticlericales del libro) las virtudes de todo corazón. Él no es perfecto, sólo hay personajes imperfectos en el libro. Él puede ser el menos imperfecto de todos, porque aprende de sus errores con cada maestro que se vaya. Por ejemplo, su maestro el ciego demuestra que las personas no pueden ser de confianza. Lázaro definitivamente utiliza esta lección a fondo todo el libro. Sin lugar a dudas, se trata de hacer el bien y su trabajo final es decente, pero él tiene la culpa de tan sólo buscan la fama, como dice en el prólogo y el final. Él parece estar resignado a los pecados del mundo. Esto es muy evidente en su apasionada defensa de la virtud de su esposa. Él sabe en su oír estas son palabras huecas, pero él les dice para sí mismo más que por ella. Él tiene que defender su viaje a persona independiente. Irónicamente, no es independiente. Si causa problemas, puede muy bien perder a su mujer y trabajo. Ahora, este estado es virtuoso o defectuoso? Para perdonar es una virtud. Pero para hacer la vista gorda ante un delito es un pecado. ¿Qué tiene esto que Lázaro? No estoy seguro, pero adivino que le hace humano.

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