viernes, 8 de octubre de 2010

Sotelo el filosofo


Joaquín Calvo Sotelo escribe en la pagina 16: "El peregrino de la Edad Media se armaba de su baculo, de su barjuleta, y de su concha, miraba al sol y se echaba a andar camino adelante.  Las fronteras no existian para el." Esta frase me recuerda a mi amigo de Nash, quien se fue en un viaje solo de mochilero por Europa el pasado otoño. Él era un peregrino en una tierra natal a los peregrinos. Esto me hace pensar, sin embargo, cuál es la diferencia entre un peregrino y un turista? Ambos tienen objetivos en mente, tanto los viajes en gran medida en los pies, ambos se basan en la bondad de los extraños. Al igual que el peregrino, veo turistas que subía de la estación de metro de la calle Canal y dando vuelta una vez, girando dos veces, parpadeando bajo el sol que se posa en el falso relojes Rollodex a la venta. viaje Sotelo toma mucho tiempo, que es algo que tiene el espacio para escribir concluyente acerca de Nueva York en Retales. Su recorrido es corto en tiempo pero largo en distancia. Pero para la gente, el tiempo siempre ha sido el determinante de un viaje. El tiempo de tránsito es la esperanza, una puerta que espera pacientemente. Todavía guardar los billetes de metro de edad, entradas de cine y los ingresos que Sotelo escribe en la página 20. Es muy filosófico sobre las pequeñas cosas como los billetes viejos, el paso del tiempo, y las reflexiones de la parte superior del Empire State Building.  Unas de mis partes favoritas es en la pagina 40, con los primeros besos, funerales y nacimientos de 10 millones de personas pasan ante sus ojos. Me encanta leer este tipo de escritura, que es lo suficientemente amplio y lo suficientemente abierta como para que el mundo entrar en el corazón.

1 comentario:

  1. Bien, Chloe. Haces comentarios pertinentes sobre Calvo Sotelo y tu experiencia como tutora oficial es muy interesante. Te recomiendo que revises un poco la gramática de los textos, para que cuando hagas la entrega final la edición sea más fácil.

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